Fiesta de graduación, Ing. en Com. y Electrónica 2007A
El sábado 22 de septiembre (un día después del acto académico), después de la misa de acción de gracias, la cual se llevó a cabo en el templo de Nuestra Señora de Paz a las 7:00pm, se realizó la fiesta de graduación para la carrera de Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica de la Universidad de Guadalajara, calendario 2007A, a las 9:00pm. La fiesta duraría hasta poco después de las 4:00am del 23 de septiembre.
Después de tanto tiempo yendo a graduaciones de amigos, felicitando a todo mundo que se estaba graduando, por fin había llegado la fecha en que se llevaría a cabo mi fiesta de graduación. Por fin ese día me tocó "estar del otro lado de la moneda" y por fin yo fui quien era felicitado y no quien felicitaba.Desde que terminó la misa, me encontré con muchos amigos que habían ido como invitados y muchos compañeros de la carrera, los cuales me felicitaron por la ocasión. Ya por fin yo era un graduado.
Después de estar un rato ahí en las afueras del templo, nos dirigimos todos al salón en donde se llevaría a cabo la fiesta de graduación. El salón se llamaba "la hacienda la Benazuza", que por cierto fue el mismo lugar en el que había sido la graduación de la carrera de Ing. Mecánica Eléctrica hacia unas semanas atrás. El salón se encontraba junto a la carretera y contaba con un lago artificial.
Todos nos dirigimos al salón, el cual se encontraba un tanto lejos de la ciudad. El salón se encontraba en el kilómetro 5 de la carretera a Colotlán, pero para llegar a esa carretera había que tomar la carretera a Tesistán y dar vuelta a la derecha poco antes de llegar a Tesistán. La carretera a Tesistán, antes de llegar a periférico cambia al nombre de "Avenida de los Laureles" y cruzando los arcos de Zapopán (que están junto a la basílica de Zapopán) llega a la "Avenida de las Américas".
Como yo ya había ido antes a ese lugar, yo fui quien estaba guiando a unos amigos y a la familia. Al parecer, aún no soy a lo que se le podría llamar un "gran guía" ni tampoco un "gran copiloto", pero lo importante es que al final terminamos llegando al salón.
Cada boleto para entrar al salón se encontraba numerado, por lo que se supone que no iba a ser complicado llegar la mesa correspondiente porque el boleto tenía el mismo número que la mesa. Pero en cuanto llegamos me dieron la sorpresa (no muy grata por cierto) de que no me respetaron las mesas que había apartado.
Para la fiesta aparté cuatro mesas ubicadas de tal forma que cada una representaba cada uno de los cuatro vértices de un cuadrado. Por lo que cada mesa se encontraba cerca de las otras tres. Pero solamente me habían respetado dos mesas y otras dos me las pusieron en otro lado del salón. Además como ya el número de las mesas que me habían dejado no correspondía con los números que tenían los boletos, tuve que ponerme a asignarle a cada uno de mis invitados su lugar.
Eso a mí me puso bastante molesto. Yo había estado yendo a muchas reuniones al CUCEI, me había esperado varias mañanas ahí, con el único objetivo de apartar las mesas y asegurarme de que las cuatro mesas quedaran cerca una de otra.
En cuanto supe lo que me había pasado fui a pelearme con el responsable del casino, el organizador. Le dije que yo había apartado cuatro mesas juntas y eso era precisamente lo que quería. El me dijo que no podía porque las otras mesas ya estaban reservadas y yo le dije que claro que estaban reservadas, al igual que las mías estaban reservadas, y aún así no les importó en lo más mínimo y me las cambiaron de lugar.
Ellos no tenían derecho de haber cambiado el orden de mis mesas y ni siquiera tener la cortesía de informármelo con tiempo suficiente. De hecho si hacían algún cambio era su obligación el informar a sus clientes, en este caso nosotros, del cambio realizado así como de dar las razones del porqué del cambio. De hecho yo no fui el único que resultó perjudicado por sus "cambios" realizados, sino que también hubo otros compañeros a quienes cambiaron de lugar.
Así que me pasé un buen tiempo peleándome. Se supone que el cliente siempre tiene la razón, (o al menos eso es lo que dicen). Se estaba pagando para un servicio y el servicio que se había prometido no se estaba cumpliendo.
Después de un buen rato de haber peleado, lo que logré fue que al menos acercaran una de las dos mesas que me habían movido. De hecho la movieron al lugar que había reservado inicialmente. De esta forma solo quedaron ocupados los espacios de tres de los cuatro vértices del cuadrado que se supone formarían las cuatro mesas.
Así que lo que hice fue dejar a la familia en la mesa que quedó en el otro lado y dejar a todos los amigos en las tres mesas que estaban cerca una de otra. Al hacer eso, me aseguré de que todos los amigos que llevaba como invitados quedaran cerca unos de otros.
Al principio de la pasé de aquí para allá: peleándome con el organizador, con los meseros que no llevaban la botana a las mesas, etc. Hasta que varios amigos me dijeron que lo dejara todo por la paz, que era mi fiesta de graduación y que mejor me dedicara a relajarme y disfrutar. Así que como ya había al menos solucionado en parte esos problemas, me dediqué a estar entre mis invitados y disfrutar de la fiesta.
Varios de mis invitados se fueron al salón saliendo de la misa y otros llegaron más tarde, pero como ya había solucionado el problema de las mesas, simplemente me limité a indicarles cual era la mesa en donde les correspondía sentarse.
Desde las 9:00pm del sábado 22 hasta la 1:00am del domingo estuvo tocando un grupo de música versátil. Tocaron bastantes géneros musicales: desde cumbias, un poco de rock, salsa, hasta batucada.
Durante un rato me fui a la pista a bailar, después interrumpieron la música durante un tiempo para servir la cena y posteriormente continuarían tocando más música para bailar, y yo regresaría nuevamente con varios de mis invitados a la pista. Aquí dejo el vínculo a una de las canciones que tocaron.
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